Muchos conductores se alarman al ver que el aceite del motor pierde su color dorado original. Sin embargo, el oscurecimiento no implica necesariamente pérdida de calidad ni que sea obligatorio cambiarlo en el acto. En esta nota te explicamos por qué ocurre, cuándo puede ser normal y en qué casos sí conviene tomar medidas.
Por qué el aceite se oscurece
Acción detergente: los aditivos limpian y mantienen en suspensión impurezas y hollín propios de la combustión.
Oxidación térmica: los ciclos de temperatura y la presencia de oxígeno generan oscurecimiento natural.
Uso urbano exigente: arranques en frío y trayectos cortos aceleran el cambio de color.
Cuándo el color sí puede ser una señal
Textura anormal: presencia de lodos o gelificación.
Olor a combustible: contaminación de combustible en el cárter.
Consumo elevado de aceite: aunque no está directamente relacionado con el color, es un signo de alerta. Se da cuando el nivel en la varilla cae al mínimo —o por debajo— antes del próximo cambio. Cuanto más rápido suceda, más grave es el problema.
Buenas prácticas
Respetar los intervalos de cambio del manual (por tiempo y kilometraje).
Usar aceite con la viscosidad y normas requeridas (API / ACEA / fabricante).
Elegir filtros de calidad y verificar el nivel periódicamente.
Conclusión
Un aceite oscuro puede estar cumpliendo su función de limpiar y proteger el motor. Lo determinante no es el color, sino respetar las especificaciones, la viscosidad, los intervalos de cambio y el estado general del motor.
Autoteile – Venado Tuerto, Santa Fe
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